martes, 5 de febrero de 2019

Ausencias

Esa sensación de ausencia.
Ese mármol quieto
de tu tranquilidad
que enmudece mi paciencia.

Ese grito que nunca sabe
a dónde llega , ni quién lo espera.

Ese sueño que te tengo...
y tengo mi sueño profundo
y caigo y caigo
para verte
en otra realidad que me conviene,
en soledad que sí te tiene.

Esa sensación de ausencia,
que marca el ritmo de mis pasos...
De mi baile, de mi fiesta.
de la música que llevo en tu recuerdo,
de lo mucho que te amo y no te tengo.

Y caigo y caigo en lo que temo:
Te olvido pronto porque puedo.
Porque quiero.
Por favor y por lo cuerdo.

Te espero y caigo y caigo al recuerdo,
a esa sensación de ausencia que me ciega.
A mi alma que se vuela.
A mi voz que aún se quiebra
si tu nombre se pronuncia
de mi boca a tus ausencias.


lunes, 30 de abril de 2018

Defectos

El mundo se empeña
en buscarme los defectos. 

De nada me ha servido 
el amor o la compasión que he sentido. 

No me encuentra digna en sus afectos. 
Me busca, me rasca, me oprime 
hasta sacar, de lo más oscuro 
mis defectos. 

Aunque la balanza de mi corazón 
sea bella, soy un espejo. 
Y lo que odias de mi, no es mío, ni lo merezco.
Es nuestro, porque sigo en pie 
de un mundo ciego. 

Encuéntrame pues los defectos. 

Un amigo menos. 

lunes, 5 de mayo de 2014

No, nada.


Te miré un día.
En una suspensión inquietante de palabras y coherencia. 
Bajo una gravedad de circunstancias adversas. 

Yo, la materia. 
Tu, justo y ciego atravesando por ella. 


La historia que me hizo mirarte 
ese día de verano tan inquietante,
era contraria a tu mirada. 
Atravesaste suave  espada como si nada. 

Nada. 

Percibir toda tu esencia, 
de golpe y a ciencia cierta.
Y nada. 

Incoherencia. 
El amor así no existe. 
No puede. 
Se ahoga. 
Es un vano intento de ego.
Es espuma sobre las olas. 

Pero miré  fascinada. 
No pude advertir lo lejos que estabas. 
Te veía tan nítido jugar y esconderte de mi voz. 
Como si supieras que yo era una presa condenada. 

Pero no. Nada. 

Libré  batallas con el ego nunca antes  imaginadas. 
Armé rompecabezas, perdí y hallé las esperanzas. 

No, negué e intente recobrar el sentido. Vivir la realidad. 
Olvidar lo que he visto. 

El amor así no existe. 

Se construye en tiempos y espacios determinados. 
Sobre acuerdos de asfalto 
Sobre besos y arrebatos.

Nada. 

Yo no tenía nada. 

No puedo ser tan vana! 
No existe un amor basado en intuiciones, ni en apariencias idealizadas. 

Yo soy libre e inteligente. 
Las mujeres como yo no se enamoran con diamantes. 

Y luego, como un torbellino de ausencias y recuerdos. 
El deseo por mirarte. 

Por supuesto no puedes verme. 
Vengo en un empaque imperfecto
muy difícil de descifrar. 

Nada. Yo no tenía nada. 

Y lo tenía todo. 
Todo. No me hacías falta. 
No necesitaba tu ayuda,
no tuya. 

Para nada.

Y así, sin marco teórico que te respaldara. 
El corazón tomó un salto y fue tras tu sombra. 

Debo estar loca. 

El amor así no existe. 

Así que una noche decidí acabar con la fantasía. 
Cruda me aventé sobre tu espada. 

Calculé el filo de tus palabras 
Y con los ojos cerrados,
suspiré la última gota de tu nombre. 

No puedes verme. 
Soy tan diferente.

El amor así no existe. 
Y nada, no tengo nada. 
Y lo tengo todo. 

Todo el corazón inevitablemente rojo .





lunes, 30 de julio de 2012

Sospecho


Te sospecho.
Y pienso que eres para mí.

No te entiendo ni conozco, te percibo y sueño.
Canto al tiempo y miro al cielo.

Trato de no ahogarme en tu espejismo
y sin querer, te miro.
Llamas mi vacío.

Contemplas y afirmas sin sentido.
Pero con ese latido tan tuyo y tan mío.
Ese que no olvido.

Nada gano y sin querer te espío.
Te hablo en código
río contigo.

Imagina mi sonrisa al contemplarte vivo.
Y no sólo ese espejismo que vi pasar en otros
y nunca se quedo conmigo.

Mil veces gracias
Por gritarme que el destino nunca es.
Que las palabras son un desafío.

Por hacerme sospechar lo que yo ya había vencido.
Seamos  instantes que perduran
coincide conmigo.
Sospecha que para esto vivimos.

domingo, 13 de mayo de 2012

Las medias tintas.


Frágil recuerdo de astuto intento.
Tibio el mensaje que en el mar pierdo.

Inofensivas decisiones me juzgan
esperanzadas en hacer lo correcto.

Cambiando cursos de vida enteros.
Y el mío aquí, congelado en la prudencia.
En el vacío de la inercia.

En medias tintas nada entiendo
Y me niego a escribir con sangre lo que siento.

A muchachas como yo suele ser obvio.
A instantes como tú se vuelve complicado.

No miraste en realidad
cuando me hablaste despacio.

No sabías quien era yo ni lo que habías provocado.

Apura el paso
Déjame atrás sin futuro ni pecado.

Frena el agua que por derecho es tuya,
ahógate en el desierto.

La razón es el espejismo más bello.

Soy apatía en tus vientos
Soy altura sin tu vértigo

Ahora tibio insulto
a esa flecha que lanzaste
desde tu castillo andante
a este corazón etéreo.

Un juego.

Darle al blanco de  la oscuridad.
A ese brillo de tu azar.

Fían  osados recompensas de piedra
aunque al final el carbón también se quema.

Quién podrá decirme
Qué razón tomé
Para inaugurar promesas.

Para desear ahora
Lo que no comprenderías.

Qué ironía, puesto que estas dos vidas mías
Se contradicen en sueños de otoño
En cálidas camas conocidas.

Astuto es cierto,
tu serio y casi verdadero intento.

El amor no es juego.
Y has decidido ganar a toda costa.

Un aplauso por tu desempeño.

Por tu voluntad de hierro.

Pues la flecha que arrojaste atrás sin mirar
Ha dado en el blanco de mi obscura soledad.
Ha hundido el veneno de dudar.

Tú eres caballero andante
probando tu honor a cada instante.

Yo soy  la lluvia enamorada de tu pelo.
Soy la bruja de todos los cuentos.

Un adiós cuando no obtuviste lo que
tristemente era sólo tu intento.

Al mar regreso y espero
Que las olas del destino
Me lleven hacia otros desiertos.

Adiós mi bello intento
Adiós caballero.















miércoles, 4 de abril de 2012

La pregunta incorrecta.



Ese largo sostenido antes de que la melodía arranque.
Parece a estas horas, interminable.

Me tensa para hacer más presente el principio del final.
Una nota larga que no descansa.

Atenta en mantener mi atención cautiva.
Cómo quién hechiza.
Me inspira un no sequé de epifanía,
Me hace preguntarme;
Qué seguirá después y si es así cómo deseo vivir la obra de mi vida?
Si la melodía que a punto está
Me hará el alma vibrar?
Tantas veces ha detenido su andar
Y vuelve a la nota larga
Cómo si no quisiera terminar.

Y pregunto al mar de mis esperanzas si he encontrado la verdad?
Un modo aunque sea cercano de no errar.
De quitarme estas ansias y el temor a fracasar.

Y algo me dice que la pregunta está mal.
Que no sucederá nada mientras no logre liberar.
Mientras no baile con la música que implícita está.

Mientras no sea digna de hallar.

Si la melodía que a punto está
Se niega a empezar.
Cantaré un conjuro que el viento te llevará.

Un suspiro te detendrá y yo estaré lista
Para olvidar.

Esta tensión en la que escucho la  vida pasar.
Me ha cansado y me deja en noches sin desear.
Cautiva mi esperanza y en tiempos la maltrata,
La olvida y se confía, sin advertir que es furia por la vida lo que más ansía.

¡Valentía, querida!
 Por si la nota larga no trae la respuesta que pedías.